Sesenta años…

Sesenta años…

El número de por sí se asoma impresionante. Cuando pienso en que algunas cosas no tardan ni cinco años, se me hace más clara su importancia.

Pues eso es lo que hoy, 21 de septiembre de 2015 cumple la Asociación de Cruzados del Santo Sepulcro, del Templo de la Recolección a la que yo con mucha honra pertenezco. Y en serio, quisiera hacer una reflexión histórica, trascendental o aunque sea anecdótica de lo que esto significa pero la verdad eso no me va a mí. Más bien, voy a hacer algo más de acuerdo a quien soy.

¿Qué significa esta sexagenaria Asociación para mí?Featured image

Sin duda mi respuesta de hoy varía considerablemente de lo que contesté en las Bodas de Oro hace 10 años. Sin duda varía de lo que contesté cuando di el por qué quería ingresar en el año 1997.

Hoy creo que para mí, la Asociación es, o fue, la puerta de entrada a la Iglesia. Así con mayúscula. Porque gracias a mi devoción a Jesús del Consuelo y al orgullo que sentía al revestirme con la capa blanca fueron los instrumentos de los que el Señor se valió para enseñarme la Belleza de Su Iglesia. Diría que la mirada del Nazareno y las llagas del Sepultado me colocaron en el camino del catolicismo como se entiende. Porque sin haber cargado la entrada de un Viernes Santo no habría meditado en lo que la Muerte del Señor significaba. Porque sin observar la salida de Sábado del Consuelo no hubiera comenzado a arder el deseo de amarle de veras. Porque el toque del silencio de cada cortejo me llevo a pensar en el silencio fúnebre que acompañó a María Santísima luego del Sacrificio del Calvario. Y así, muchas cosas más, muchas emociones y sentimientos que me fueron llevando poco a poco hacia el Camino.

Desde hace unos años me he querido instruir más en lo que es nuestra fe, para poder compartirla mejor. He querido leer más del Magisterio y de las opiniones de muchos sacerdotes, teólogos y entendidos de la fe. Poco he aprendido, porque esos son gigantes de la fe y doctrina, pero algo se me ha quedado. Una diminuta parte de lo que enseñan el Obispo Barron, el Dr. Scott Hahn, Matt Fradd, Jimmy Akin y tantos otros héroes de la apologética católica.

Jamás en mi vida hubiera buscado a un director espiritual personal, un confesor que me conoce mejor que yo mismo creo, sin la inspiración de los ojos enrojecidos de la Soledad recoleta. Y es que la Madre también ha estado en mi camino dentro de la Asociación, como madre que es. ¡Cómo he aprendido a buscarla gracias a la Asociación!

Claro, como grupo tenemos nuestros defectos. Nos falta muchísimo por mejorar y avanzar, pero estoy seguro que el Señor no nos abandonará y cuando fallemos, nos dará 70 veces 7 oportunidades para regresar a la senda adecuada.

Ya han salido sacerdotes del seno de la Asociación, bendito sea el dueño de la mies. Pero seamos ambiciosos: ojalá que en unos años, décadas tal vez, podamos decir que la Asociación brindó a Guatemala un santo. ¿Tan osado será pensarlo?

¡Felicidades, hermanos Cruzados del Santo Sepulcro! Sesenta años no son fáciles, y sabe Dios las dificultades que hemos tenido. Pero ánimo, que El está con nosotros. Y seamos santos, pues esa es la meta. Yo voy a poner todos los medios para que de este pobre e inmundo pecador, como San Mateo a quien celebramos hoy, el Señor saque un santo para mayor gloria y honra suya. Va a ser duro, pero yo quiero caminar la senda de la santidad.

Hermano Cruzado, ¿vamos juntos?