7 de octubre

AVE MARIA, gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus. Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen.

Hoy 7 de octubre es el día de mi Madre: la Señora del Rosario, patrona de Guatemala, Reina de todo lo creado, amada del Dios Trino y Único. Hoy Guatemala se viste de gala para honrarla, a ella que supo decir que sí cuando todo, absolutamente todo dependía de eso. Ella que está siempre dispuesta a atendernos y a interceder delante del Rey del Universo por nosotros y los nuestros, tanto los que amamos como los que no tanto.

No saben cuántas veces he escuchado la frase “ay que hueva el Rosario, tan repetitivo…” o variaciones de esa frase. De jóvenes, adultos, hombres, mujeres… muchos me lo han mencionado e incluso hay algunos devotos que le huyen a rezarlo. Yo, alguna vez, también lo dije.

¡Qué GRAN error!

Lo peor de ver al Rosario como repetitivo es la forma en que nosotros quedamos: como niños berrinchudos que no hacemos caso del consejo de nuestra madre. Porque es ella misma, la que constantemente ha recomendado su rezo, su meditación y contemplación de la vida de Nuestro Señor a través de sus “misericordiosos ojos”.

Yo me pregunto a las cuántas veces se cansará la novia, el novio, la mamá, el hijo, el papá o quien Uds. quieran de verdad de escuchar de sus labios que la quieren. Si se lo dicen 10 veces, ¿será que le contestan que ya mucho? Bueno, está bien, ¿y si luego vienen y le dicen otras 10 veces que quieren a esa persona? ¿Entonces será ya demasiado? No lo creo… ¿Y 50 veces? Ya ven hacia donde voy con esto.

Recitar las Ave Marías, una por una, lentamente, desgranando las cuentas del Rosario, es una actividad sumamente relajante. Nos acerca poco a poco, decena a decena, a la Madre del Cielo. Nos permite ver el Evangelio de Jesucristo de cerca, a la par de ella. Tantos santos que han llegado a la meta para recibir la corona merecida, (2 Tim 4, 8) le han de deber ese logro a la intercesión de la Señora por medio del Santo Rosario que ELLA MISMA nos ha regalado y recomendado muchas veces.

Eso sí, hay que tener la humildad y serenidad para arrodillarse o sentarse y rezarlo lentamente. A veces, no tenemos mucho tiempo en el día. La vida nos lleva a tener poco tiempo en las manos y aunque queramos rezar, no lo logramos. Un sacerdote me dio un buen consejo en el confesionario: hacerlo decena a decena, Misterio a Misterio, donde nos encontremos. En la calle mientras vamos en el tráfico, hasta que estacionemos. Retomarlo al regresar al auto, donde nos hayamos quedado. Durante un café en la oficina, entre pacientes del consultorio, etc. Se puede poco a poco para agarrar costumbre. Cuando sientan, habrán rezado los Misterios del día completos, y así a pasitos de bebé, pronto llegarán a rezarlo de una vez. No es fácil, pero tenemos que adquirir la costumbre. Al rato, convencerán a sus seres queridos y cercanos de rezar juntos. Aunque sea, tal vez, una decena al día.

Yo soy testigo de la eficacia de la oración, y más aún, de que con el Rosario se ganan batallas y se obtienen Gracias. Pues ella es, la Mediadora Maternal de TODAS las Gracias. Tengan confianza y pidan serenidad y humildad para rezar EL ROSARIO DE NUESTRA SEÑORA.

Les deseo una Santa Fiesta de Nuestra Señora del Rosario. Que sea ella, la que bendiga al lector de estar pobres líneas, y le dé la Gracia necesaria para perseverar en el servicio de su Santo Hijo.

Amén.

“Un día, a través del Rosario y Escapulario, Nuestra Señora salvará al mundo”. Santo Domingo

“El Santo Rosario es una poderosa arma; úsalo con confianza y te sorprenderás de los resultados”. San Josemaría