Consideraciones anestésicas: Domingo VIII del Tiempo Ordinario

«El fruto manifiesta el cultivo del árbol; así la palabra, el del pensamiento del corazón humano». Eclesiástico 27:6

Para Dios, todo tiempo es presente. Para Él no hay pasado, ni futuro. No puedo evitar pensar que Jesús al decir «Cada árbol se conoce por su fruto (Lucas 6:44)» estaba viendo el uso que le damos a las redes sociales.

Son una herramienta fenomenal: nos conectan a vastas distancias y nos hacen disfrutar de contenidos que de otra forma no podríamos. Yo soy testigo de cómo las redes sociales logran ser una herramienta fabulosa para evangelizar. A mí el Obispo Auxiliar de Los Ángeles (que sin internet ni idea tendría quién es) Robert Barron me ha enseñado muchísimo a través de YouTube, Facebook y su sitio de www.wordonfire.org. También gracias a Twitter re descubrí la antigua espiritualidad de la Iglesia del Memento Mori gracias a una monjita linda. Y así podría seguir acerca de lo que he encontrado positivo en redes sociales…

maxresdefault

(Foto: YouTube)

Sin embargo…

Todos sabemos el mal uso que se les da: desde promover contenido obsceno, pornográfico o hasta «juegos suicidas» (esto último no me lo creía, pero lo investigué y OH MI DIOS). Pero lo que más me duele es ver cómo entre hermanos nos calumniamos, insultamos y linchamos en las redes. Basta ver un hilo acerca del aborto, alguna «controversia» del Papa Francisco, ideologías variadas, Trump o cualquier otro tema difícil para darse cuenta de lo FEO y BAJO qué podemos caer. Esto le duele sin duda al Cuerpo de Cristo, es casi como volverlo a flagelar.

Su Santidad hoy decía «Las guerras comienzan con el lenguaje. Es como una bomba atómica» refiriéndose al chisme. ¿Quién no ha chismeado a través «del feis»? Seguro que por whatsapp también…

A las puertas de la Cuaresma del Señor 2019 hay que meditar, y mucho, acerca del uso que le damos a las redes sociales. No tanto, creo, lo que publicamos sino más bien cómo respondemos a los que se nos oponen o critican.

Cuando estés a punto de hacer un comentario, hazte una pregunta muy simple: «¿Estoy haciendo esto por amor, por un sincero deseo por el bien de la persona o personas a las que me dirijo?» Si no, cállate (…) Internet puede ser una herramienta maravillosa, y puede ser un arma utilizada para propósitos satánicos. (Robert Barron, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Los Angeles, Estados Unidos). «The Internet and Satan´s game»

Un comentario en “Consideraciones anestésicas: Domingo VIII del Tiempo Ordinario

Deja un comentario